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El Anticristo: Gobernante tirano de gran carisma

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El Anticristo: El falso profeta y enemigo final de Dios

El anticristo es una figura escatológica que surgirá en los últimos tiempos como el máximo y definitivo adversario de Cristo y enemigo de Dios. Se le considera el falso profeta por excelencia.

Origen bíblico del concepto

El apóstol Juan en sus epístolas fue el primero en introducir el concepto, refiriéndose a muchos falsos maestros «anticristos» que negaban la encarnación. Pero señaló uno vendría al final, el anticristo (1 Juan 2:18).

Posteriormente, la tradición cristiana ha identificado al Anticristo con el hombre de pecado que se sentará en el templo de Dios proclamándose dios (2 Tes. 2:3-4), y la Bestia del Apocalipsis (Apoc. 13).

Características del Anticristo

Según las profecías, el Anticristo será un gobernante tirano de gran carisma, que establecerá un gobierno mundial único y se hará adorar obligatoriamente. Realizará falsos milagros y prodigios mediante el poder de Satanás (2 Tes. 2:9).

Perseguirá a los cristianos y a todo el que se le oponga. Finalmente será derrotado por Jesucristo en su segunda venida (2 Tes. 2:8).

«Se levantará un cuerno pequeño que crecerá mucho […] y hablará cosas arrogantes […] y pensará en cambiar los tiempos y la ley» (Daniel 7:8, 25).

Futuro cumplimiento profético

Muchos expositores creen que el anticristo será un falso mesías judío que firmará un pacto de paz con Israel, para luego traicionarlo y declararse dios en el templo de Jerusalén. Sus acciones cumplirían las profecías de Daniel y Apocalipsis.

Su aparición ocurriría en un contexto de engaño, apostasía y persecución generalizada de los tiempos finales previos al retorno de Cristo.

Referencias bíblicas

  • 1 y 2 Juan sobre el anticristo.
  • 2 Tesalonicenses 2 sobre el hombre de pecado.
  • Daniel 7-11 sobre la pequeña cuerno que habla arrogancias.
  • Apocalipsis 13 sobre la bestia que se hace adorar.

El anticristo ejemplificará el mal y el engaño profético en su máxima expresión antes del fin, pero será finalmente vencido por Dios.

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