
Rebeca: Madre de dos naciones
Rebeca fue una de las matriarcas de Israel en el Antiguo Testamento. Se casó con Isaac, el hijo de Abraham y Sara. Fue madre de Jacob y Esaú, dando origen a dos grandes naciones.
Rebeca jugó un papel crucial en el cumplimiento de las promesas de Dios a Abraham. Representa el arquetipo de esposa en la tradición judía.
El matrimonio de Rebeca e Isaac
Según Génesis 24, el siervo de Abraham buscó esposa para Isaac y eligió a Rebeca por su hospitalidad y bondad. Rebeca e Isaac se casaron cuando ella tenía muy joven.
«Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y se enamoró de ella; así se consoló Isaac después de la muerte de su madre». Génesis 24:67
Rebeca demostró ser una esposa fiel y dedicada. Dejó su familia para unirse a la misión de Isaac. Juntos vivieron en Gerar y Beersheba.
Madre de Jacob y Esaú
Rebeca concibió gemelos de Isaac: Esaú y Jacob. Estos fueron los padres de dos grandes naciones:
- Edom: Descendientes de Esaú
- Israel: Descendientes de Jacob
Rebeca ayudó a que Jacob obtuviera la primogenitura de Esaú. Esto tuvo gran importancia en la historia bíblica posterior (Génesis 27).
Legado
Los principales legados de Rebeca son:
- Madre de Israel y Edom.
- Esposa leal de Isaac.
- Símbolo de belleza, hospitalidad y trabajo duro.
- Cumplió el plan de Dios.
Como antepasada de Israel, Rebeca dejó una huella imborrable en la historia. Su vida muestra la providencia divina.
Referencias bíblicas
- Génesis 24 – Matrimonio de Rebeca e Isaac
- Génesis 25:19-26 – Nacimiento de Esaú y Jacob
- Génesis 27 – Jacob obtiene la bendición de Isaac