
Voces de advertencia en épocas de crisis
Los profetas menores del Antiguo Testamento, a pesar de su brevedad en comparación con los profetas mayores, desempeñaron un papel vital en la revelación de la palabra y la voluntad de Dios para Israel y las naciones circundantes. Sus mensajes abarcaron una variedad de temas, desde la denuncia de la injusticia y la corrupción hasta la promesa de juicio divino y la esperanza de restauración y redención.
A través de su ministerio, estos profetas menores confrontaron al pueblo con su pecado y su infidelidad hacia Dios, llamándolos al arrepentimiento y a una renovada devoción. Su labor no solo consistió en predecir el juicio venidero, sino también en ofrecer palabras de consuelo y esperanza para los corazones afligidos.
A pesar de su brevedad, los libros de los profetas menores son ricos en enseñanzas y revelaciones sobre la naturaleza de Dios y su relación con su pueblo. Destacan la fidelidad de Dios a sus promesas, su justicia inquebrantable y su amor compasivo hacia aquellos que lo buscan sinceramente.
En conjunto, los profetas menores del Antiguo Testamento nos recuerdan la importancia de escuchar la voz de Dios y responder con humildad y obediencia. Su legado continúa siendo una fuente de inspiración y guía espiritual para las generaciones venideras, recordándonos la soberanía de Dios sobre todas las cosas y su deseo de restaurar y redimir a su pueblo.
Profetas menores del Antiguo Testamento

Oseas: El profeta del amor

Joel: El profeta del arrepentimiento

Amós: El profeta de la justicia social

Jonás: El profeta de la misericordia

Miqueas: El profeta de la esperanza

Abdías: Un llamado a la humildad y el amor fraternal

Nahúm: El profeta de la destrucción de Nínive

Habacuc: El profeta que dialogó con Dios

Sofonías: El profeta del Día del Juicio

Hageo: El profeta que motivó la reconstrucción del templo

Zacarías: Profeta de múltiples visiones
