La valiente partera que desafió al Faraón para salvar a los bebés hebreos
La partera hebrea que aparece en el libro del Éxodo es una de las primeras heroínas anónimas de la Biblia. Su historia muestra un gran valor y compromiso para proteger vidas inocentes aun enfrentando graves consecuencias.
El contexto histórico
La partera vivía durante el cautiverio de los israelitas en Egipto, antes del éxodo hacia la Tierra Prometida. Los faraones habían esclavizado a los hebreos y los oprimían con trabajo forzado (Éxodo 1:11). Cuando su número creció, el Faraón ordenó a las parteras que mataran a todos los bebés varones recién nacidos de las hebreas (Éxodo 1:16).
La desobediencia piadosa de la partera
Pese a la horrible orden, la partera se negó a obedecer al Faraón, porque «temía a Dios» (Éxodo 1:17). Mentía al Faraón diciendo que las mujeres hebreas daban a luz antes de que ella llegara, pero en realidad ayudaba a nacer a los bebés varones y los mantenía con vida (Éxodo 1:19).
«Las parteras temieron a Dios y no hicieron lo que les mandó el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños.» (Éxodo 1:17)
La Biblia destaca que Dios bendijo a las parteras por su fe y misericordia. Incluso dio a las familias hebreas más descendencia gracias a la valentía de estas mujeres (Éxodo 1:20-21).
El valor de desobedecer ante la injusticia
El relato exalta la vida humana por sobre la obediencia ciega a la autoridad. La partera entendió que su deber moral era proteger vidas inocentes. Su historia enseña que desobedecer leyes inmorales es justificado cuando se busca un bien mayor.
Ella es un ejemplo de convicción y de luchar por lo correcto aun con severas amenazas. Su nombre quizás sea desconocido, pero su legado de justicia permanece hasta hoy. Las parteras de Egipto son un símbolo de esperanza ante la opresión.