Naamán el sirio: Orgullo y sanidad
Naamán era un poderoso comandante del ejército del rey Ben-adad de Siria. Era leproso y muy respetado por el rey.
Sanidad de la lepra
Por recomendación de una joven israelita, Naamán fue a visitar al profeta Eliseo para curarse de su lepra. Inicialmente rechazó bañarse en el Jordán, pero finalmente obedeció y fue milagrosamente sanado.
Lección de humildad
La sanidad de Naamán vino cuando superó su orgullo y siguió el sencillo mandato de sumergirse en el río Jordán. Aprendió una lección de humildad al experimentar el poder de Dios a través de Eliseo.
Legado
Naamán representa cómo Dios puede bendecir a extranjeros y paganos que acuden con fe. Su historia enseña que la verdadera sanidad viene de la mano de la humildad.
Referencia
- 2 Reyes 5