Job: El justo atormentado cuya fe fue puesta a prueba
La historia de Job en el Antiguo Testamento aborda el complejo tema del sufrimiento de los justos y las pruebas de fe. Job sufrió terriblemente pero nunca perdió su confianza en Dios.
Un hombre íntegro y rico
Job es presentado como un hombre intachable, que «temía a Dios y se apartaba del mal» (Job 1:1). Era extremadamente rico, con miles de ovejas, camellos y otros bienes.
Las pruebas permitidas por Dios
Satanás acusó a Job de ser fiel sólo por sus bendiciones. Dios permitió al diablo quitarle todos sus bienes y afligirlo con enfermedades, para probar la fe desinteresada de Job (Job 1-2).
La agonía de Job
Job sufrió el dolor más horrible con llagas por todo el cuerpo, perdiendo a sus hijos y todas sus posesiones. Su sufrimiento era tan grande que deseaba no haber nacido (Job 3).
La fe pese a la adversidad
Aun ante los peores tormentos y la incomprensión de sus amigos, Job se aferró a su fe en Dios y clamó por entendimiento. Al final, Dios le devolvió el doble de todo lo perdido.
La historia de Job plantea el dilema del sufrimiento de los justos, pero también representa la esperanza en la providencia divina pese a toda adversidad. Su perseverancia sigue inspirando a creyentes que enfrentan grandes pruebas.