Parábola del fariseo y el publicano
Jesús contó una parábola dirigida a algunos que confiaban en su propia justicia y despreciaban a los demás. Era sobre un fariseo justo y un publicano pecador que oraban en el templo (Lucas 18:9-10).
El fariseo oraba enalteciéndose a sí mismo por sus buenas obras, mientras que el publicano oraba humildemente pidiendo misericordia por sus pecados.
Aplicación de la parábola
Jesús dijo que el publicano se fue justificado por su humildad, pero el fariseo no por su soberbia. «Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Legado
La parábola enseña que la verdadera justicia viene de la misericordia de Dios, no se gana por méritos. Resalta la importancia de la humildad ante Dios.
Referencia bíblica
Lucas 18:9-14