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El ángel que detuvo la mano de Abraham

Isaac

La dramática intervención del ángel para evitar el sacrificio de Isaac

Uno de los episodios más emblemáticos que involucran apariciones angelicales se encuentra en Génesis 22, conocido como el “sacrificio de Isaac”. En el clímax del relato, un ángel detiene la mano de Abraham evitando que sacrifique a su hijo. Analicemos este impactante pasaje:

El relato del sacrificio interrumpido en Génesis 22

Dios quiso poner a prueba la fe de Abraham y le ordenó: “Toma ahora tu hijo, tu único Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto” (Génesis 22:2).

Abraham obedeció la difícil orden. Cuando estaba por sacrificar a Isaac, el ángel del Señor lo llama desde el cielo y le dice: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único” (Génesis 22:12).

En lugar de Isaac, Abraham sacrifica un carnero provisto milagrosamente por Dios.

Identidad del «ángel del Señor»

Al igual que en la visita a Agar, aquí el «ángel del Señor» habla y actúa como Dios mismo, por lo que algunos teólogos proponen que sería una manifestación pre-encarnada de Cristo. Esto se refuerza por el paralelo del sacrificio del Hijo por excelencia.

Significado teológico del pasaje

Este episodio tiene profundas implicancias teológicas:

  • Demuestra la absoluta obediencia y fe de Abraham en Dios.
  • Es un prefigura del sacrificio de Cristo como cordero de Dios por los pecados de la humanidad.
  • El ángel revela el rechazo de Dios al sacrificio humano y el establecimiento del sacrificio animal substitutivo.
  • Anticipa la salvación por la intervención divina, deteniendo la merecida muerte y castigo.

Sin duda, se trata de uno de los relatos más emotivos y simbólicos de toda la Biblia, que ha impactado el arte y la teología cristiana hasta nuestros días.

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