La providencial intervención del ángel que salva a Agar e Ismael en el desierto
Uno de los conmovedores relatos de apariciones angélicas en el Antiguo Testamento se encuentra en Génesis 21:8-21, cuando un ángel rescata milagrosamente a Agar e Ismael, salvándolos de morir en el desierto. Revisemos qué sucedió en este pasaje bíblico:
Contexto del relato en Génesis
Previamente, Sara había obligado a Abraham a expulsar de su campamento a su sierva Agar y al hijo que esta tuvo con él, Ismael, por celos con Isaac, el hijo prometido (Génesis 21:8-11).
Vagando por el desierto de Beerseba, el agua se termina y Agar deja a Ismael bajo un arbusto, incapaz de verlo morir. En su desesperación «clama y llora» pidiendo que Dios no permita que su hijo muera allí (Génesis 21:16).
La providencial intervención angelical
En ese momento crucial, «clamó el ángel de Dios» a Agar desde el cielo, diciendo: «No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho y aférrate de tu mano, porque yo lo pondré por nación grande» (Génesis 21:17-18).
Dios escuchó el llanto del niño y envió un ángel para guiar a Agar a un pozo donde pudieron saciar su sed y sobrevivir.
Análisis teológico del pasaje
Este episodio revela la compasiva providencia divina hacia los indefensos:
- Dios responde al sufrimiento de los inocentes como Ismael.
- El ángel cumple un rol de protector de los desamparados.
- Reafirma el plan de Dios para bendecir a Ismael pese a no ser el hijo primogénito.
- Destaca la maternal intercesión de Agar ante Dios.
Un relato que evidencia la misericordia y cuidado de Dios por todos, especialmente por aquellos en mayor vulnerabilidad. Un tema que ha inspirado gran arte religioso a lo largo de la historia.