La mujer cananea que pide migajas: Fe y persistencia
Una mujer cananea se acercó a Jesús para pedirle que sanara a su hija endemoniada. Inicialmente Jesús no le respondió por ser cananea y no judía. Los discípulos la rechazaban.
La mujer se postró e insistió «¡Señor, socórreme!». Jesús dijo que no debía dar el pan de los hijos a los perros, a lo que ella respondió: «Sí, Señor, pero aun los perros comen de las migajas».
Recompensa de la fe
Ante esto, Jesús alabó su fe y le dijo «por esta palabra, vete; el demonio ha salido de tu hija». La hija quedó sana desde ese momento.
Legado
La fe y humildad de la mujer cananea la llevaron a persistir ante los obstáculos. Su historia enseña que la verdadera fe conduce a la bendición de Dios.
Referencias bíblicas
Mateo 15:21-28 Marcos 7:24-30