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Jeroboam I: Primer rey del Reino de Israel dividido

Jeroboam

Jeroboam I: Primer rey del Reino de Israel

Jeroboam I fue el primer rey del Reino de Israel después de la división del reino unificado de Salomón. Gobernó entre 931 a 910 a.C. Jeroboam estableció una fuerte monarquía en el norte, pero introdujo la idolatría como política de estado.

Jeroboam y la división del reino

Jeroboam era un funcionario bajo Salomón, proveniente de la poderosa tribu de Efraín. Cuando Roboam subió al trono, Jeroboam encabezó las quejas del pueblo por los impuestos excesivos.

Ante la negativa de Roboam a reformas, en 931 a.C. Jeroboam fue proclamado rey por las diez tribus del norte, mientras Roboam reinaba sobre las tribus del sur, iniciando la división del reino unificado.

Consolidación del Reino de Israel

Ya como monarca, Jeroboam se propuso consolidar una nación fuerte en el norte:

  • Estableció su capital en Siquém, y luego la trasladó a Tirsa.
  • Fortificó importantes ciudades como Siquém, Penuel y Shechem.
  • Levantó un ejército permanente y carros de guerra para defenderse de Judá y otros enemigos.
  • Para reducir la influencia religiosa de Jerusalén, erigió becerros de oro en Dan y Bet-el para establecer un culto alternativo.

«Te levantaré una casa permanente, como lo hice con David» (1 Reyes 11:38)

Idolatría y lucha con Judá

No obstante, Jeroboam cometió graves errores:

  • Instauró la idolatría mediante los becerros de oro, apartando a Israel del culto mosaicista.
  • Esto fue visto como un pecado ante Dios, y su casa fue condenada a perder el trono.
  • Tuvo constantes guerras fronterizas con Judá por el control territorial. Fue derrotado por el rey Abías de Judá.

Tras 22 años de reinado, Jeroboam murió y fue sucedido por su hijo Nadab.

Legado

Jeroboam dejó un controvertido legado:

  • Logró consolidar y fortalecer una monarquía independiente en Israel, con instituciones propias.
  • Pero sus innovaciones religiosas llevaron a Israel a la idolatría, ganándose la condena de las Escrituras.
  • Sentó un precedente de debilidad espiritual y divisiones internas que marcaría al Reino de Israel.

Pese a sus logros políticos, la corrupción religiosa durante su reinado tuvo graves consecuencias para el futuro del reino del norte.

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