Joaquín: El penúltimo rey de Judá
Joaquín fue el penúltimo rey de Judá, gobernando apenas 3 meses entre el 598 y 597 a.C. antes de ser depuesto y exiliado por Nabucodonosor de Babilonia.
Breve reinado
Joaquín era hijo de Joacim. Asumió el trono en 598 a.C. a los 18 años de edad, después de que su padre muriera.
Su corto reinado estuvo marcado por la crisis con el imperio babilónico. Nabucodonosor sitió y conquistó Jerusalén en 597 a.C., deportando a Joaquín junto con la elite de Judá.
Exilio en Babilonia
Joaquín fue llevado prisionero a Babilonia junto con aproximadamente 10.000 judíos, incluyendo a Ezequiel. Allí permaneció en el exilio por el resto de su vida.
Fue liberado de prisión por el rey Evil-merodac de Babilonia en 560 a.C. y le fueron garantizados ciertos privilegios y provisiones hasta su muerte.
Legado
El corto reinado de Joaquín tuvo las siguientes consecuencias:
- Presenció la primera invasión y deportación de judíos a Babilonia en 597 a.C.
- Terminó abruptamente con su exilio, dejando a Judá sin rey y bajo control babilónico.
- Abrió el camino para la destrucción final de Jerusalén una década después bajo Sedequías.
Joaquín fue uno de los últimos reyes davídicos cuya caída marcó el inicio del predominio babilónico sobre Judá.