Atalía: La única reina de Judá
Atalía fue la única mujer que gobernó el reino de Judá. Era hija de Acab y Jezabel, reyes idólatras de Israel. Reinó sobre Judá de manera tiránica entre 841 y 835 a.C.
Reina usurpadora
Tras la muerte de su hijo Ocozías, Atalía se proclamó reina de Judá y mandó asesinar a toda la familia real de David para evitar rivales. Solo se salvó el niño Joás, escondido en el templo.
Atalía buscaba imponer el culto idolátrico de Baal que ella y su madre Jezabel habían instituido en Israel.
Reinado impío
Durante sus 6 años de reinado, Atalía:
- Instituyó el culto a Baal en Judá e intentó destruir el templo de Yahvé.
- Pervirtió a Judá mediante la idolatría y la inmoralidad.
- Gobernó de forma sanguinaria y tiránica.
Estas acciones provocaron gran descontento popular en Judá.
Derrocamiento y muerte
Finalmente, el sacerdote Joiada organizó un golpe de estado, proclamando como rey al joven Joás, el único descendiente vivo de David.
Atalía fue ejecutada a espada cuando intentó hacer frente a la rebelión. Así terminó su impío reinado.
Legado
En resumen, Atalía dejó un funesto legado sobre Judá:
- Buscó imponer un régimen idolátrico manchado de sangre.
- Casi acaba con la dinastía davídica, de no ser por la astucia de Joiada.
- Demostró que Judá podía caer en la misma apostasía que Israel.
Atalía pasó a la historia bíblica como una reina perversa e ilegítima que gobernó tiránicamente sobre el pueblo de Dios.