Acab: El rey que instituyó la idolatría de Baal
Acab fue el séptimo rey de Israel, hijo y sucesor de Omri. Gobernó entre 874 y 853 a.C. Bajo su reinado, la idolatría y la corrupción moral alcanzaron niveles sin precedentes en Israel.
Matrimonio con Jezabel
Acab cometió un grave error al casarse con Jezabel, princesa fenicia e hija del rey Et-Baal de Tiro. Jezabel introdujo el culto a Baal-Melkart en Israel.
Por influencia de Jezabel, Acab construyó un templo y un altar para Baal en Samaria, desafiando al Dios de Israel.
Idolatría oficial de Baal
Acab instituyó el culto a Baal como la religión oficial de Israel:
- Permitió perseguir y matar a los profetas de Yahvé que se oponían a la idolatría.
- Jezabel promovió sacerdotes y profetas de Baal financiados por el reino.
Estas acciones provocaron que la ira de Dios cayera sobre Acab y su dinastía.
Otras acciones
Acab consolidó una alianza política con el rey Et-Baal de Tiro, sellando el pacto con el matrimonio.
También reconstruyó las ciudades de Jericó y Hazor. Adoró a los ídolos e hizo más mal que ningún rey previo.
Legado
En resumen, Acab dejó un funesto legado sobre Israel:
- Institucionalizó la idolatría y la corrupción moral en niveles nunca vistos.
- Pervirtió completamente la worship de Dios, atraendo Su condena sobre el reino.
- Sentó las bases para la futura destrucción de Israel por su apostasía.
Pese a su poderío militar y económico, la depravación religiosa de Acab llevó a Israel a una crisis espiritual sin retorno.